Podemos considerar el avance de la cosmética natural y ecológica como el proceso lógico en una sociedad que se preocupa cada día más por su bienestar, de su salud y del medioambiente. El comercio de los productos cosméticos naturales crecen a buen ritmo dentro del mercado nacional, desbancando de las primeras posiciones de ventas a las grandes marcas de belleza tradicionales de este sector.
Y es que los beneficios y ventajas que estos productos, especialmente diseñados y fabricados siguiendo una ética natural, aportan a nuestra piel son muy numerosos. Por lo que los laboratorios cosméticos aumentan considerablemente su apuesta por la elaboración de sus tónicos, cremas y champús a base de ingredientes vegetales, mucho menos agresivos y más eficientes para nuestro cuerpo.
Desde Centro Natural no queremos dejar pasar la ocasión para prevenir sobre aquellas marcas que solo integran algún elemento natural en la composición de sus productos, con lo que intentan aprovechar el creciente interés por parte de un público preocupado por su salud y ávido de artículos naturales, pero que en realidad, siguen ofreciendo la misma cantidad de químicos agresivos y contaminantes en su mezcla y un muy bajo nivel en lo referente a auténticos productos naturales.
Si quieres asegurarte de que el producto es cosmética natural 100 %, fíate solo de las marcas líderes en este sector, marcas como Weleda, Soria Natural, Natura Siberica, Dr Goerg, Sotya, Prisma Natural, Armonía, Aromasensia, Equisalud, Bema Cosmetici, Genuine, Oma Gertrude, Solartea, de las que te ofrecemos en nuestra tienda una selección de sus mejores productos. Asegúrate siempre de que sea una marca de cosmética natural certificada.
Beneficios de la cosmética natural
El primer beneficio que se consigue cuando usamos una cosmética natural y ecológica que elimina las sustancias químicas artificiales es, lógicamente, la mejora en la calidad de sus productos.
Esto no pasa desapercibido por el gran público, y las multinacionales lo saben. Son conscientes de que cada vez más personas se detienen a leer los ingredientes de los cosméticos que quieren usar, que piensan, comparan y escogen los naturales por muchas razones, entre las que cabe resaltar la mayor tolerancia que ejercen sobre las pieles delicadas, aunque también porque es una tendencia global elegir lo natural en todos los aspectos de la vida.
El beneficio directo a la epidermis, el órgano más grande del ser humano, es que resulta muchísimo más saludable protegerla y cuidarla con productos naturales por el simple hecho de que los asimila mejor, sobre todo porque los productos tradicionales están formulados con un porcentaje demasiado alto de concentrados químicos y sintéticos, elementos que se utilizan para conservar el producto más tiempo y para darle la textura más apropiada según los expertos en marketing, aspectos visuales atractivos para los clientes que se dejan llevar por la apariencia más que por los verdaderos resultados, algo demasiado extendido en cualquier producto comercial, sea el que sea.
El segundo gran beneficio, de usar la cosmética natural, no es otro que la eliminación de los posibles efectos secundarios que otros productos artificiales sí producen sobre la piel, como son las irritaciones cutáneas o la disminución de la fertilidad y las hormonas sexuales. Recientes estudios certifican que también debilita el sistema inmunológico, que algunas sustancias empleadas pueden resultar altamente cancerígenas y que pueden provocar abortos y defectos de nacimiento.
Así mismo, en ciertos análisis de estos cócteles químicos que se venden como beneficiosos para la piel, se han detectado productos sensibilizantes que se asocian a las reacciones alérgicas, como asma, dolores de cabeza y dermatitis de contacto.
La mayoría de estas sustancias nocivas se han encontrado en los perfumes, pero también se encuentran con bastante asiduidad en geles de baño, cremas, desodorante, dentífricos y barras de labios.
Todos estos problemas desaparecen si comenzamos a usar productos de la cosmética natural, pues en estos cosméticos se observan los beneficios de los efectos de los fungicidas y bactericidas de las plantas, es decir, los que proporciona la propia naturaleza, así como las propiedades regeneradoras e hidratantes de los aceites, aceites como el aceite corporal regenerador de Granada que puedes encontrar en nuestra tienda al mejor precio del mercado, y que puedes usar para masajes terapéuticos y también para la nutrición de tu piel. Este aceite, y otros de la gama de la cosmética natural que ofrece Centro Natural, están completamente libres de cualquier componente que pueda producir algún tipo de reacción.
Y es que un cosmético natural trata de parecerse al manto lípido de la piel, siendo este, muy posiblemente, el valor más importante de cualquier producto natural, la búsqueda incesante por mejorar la integración de las sustancias logrando la mayor afinidad posible con la composición bioquímica natural de nuestra piel.
La cosmética natural busca potenciar la salud de nuestra piel, eliminando toda agresividad con ella, fortaleciendo y mejorando las funciones dérmicas gracias a los componentes naturales que le aportan las plantas.
La ética ecológica
Las grandes marcas de cosmética natural crean productos eficientes siguiendo procedimientos de producción que no solo garantizan el cuidado corporal con productos naturales nada agresivos, sino que, además, esta fabricación conlleva la llamada ética ecológica, en la que se siguen procedimientos considerados amigos de la naturaleza, como por ejemplo; está terminantemente prohibido la inclusión de productos derivados del petróleo, y se sigue la norma de impedir el deposito de residuos químicos o agresivos que perjudiquen el medioambiente.
Así mismo, para que cumplan con esta forma de ver y proteger a la naturaleza, están igualmente prohibidas las materias primas extraídas de los animales en los procesos de producción y en la composición del producto, excepto la lanolina y la cera de abeja.
Quedan terminantemente prohibidos los aceites sintéticos, como la silicona, los aceites minerales, como la parafina, los colorantes sintéticos y los perfumes artificiales. Para sustituir estos materiales se utilizan excipientes naturales, como los hidrolatos presentes en las aguas florales, los aceites vegetales, las ceras y los aceites esenciales.
También se encuentra, con limitaciones en las cantidades de uso, los emulsionantes, incluidos los que se encuentran de forma natural y actúan como emulsionante natural al permitir la mezcla de los ingredientes grasos en agua. La prohibición total recae sobre los emulsionantes sintéticos y esta limitación también alcanza a los conservantes sintéticos. Un ejemplo de producto con emulsionantes naturales, sin conservante sintéticos, lo tenemos en la crema de lifting facial Royal caviar, la crema perfecta para rejuvenecer el rostro de forma natural y beneficiosa para la piel.
Por último, cabe resaltar que los productos de cosmética natural no pueden ser testados sobre animales y los envases deben fabricarse con materiales de fácil biodegradación, que dañen mínimamente al medio ambiente y que sean reciclables al final de su ciclo vital.
Ventajas de la cosmética natural sobre la convencional
Resumiendo, y poniendo en relieve solo las principales ventajas que poseen los productos naturales que aplicamos a la piel para sacarle esplendor, belleza y ayudar a su mejor conservación por encima de la cosmética convencional, podemos comenzar señalando su pureza, pues no contienen aromas sintéticos, ni conservantes, ni perfumes artificiales.
Como ya hemos comentado, se adapta mucho mejor a cada tipo de piel, pues sus componentes tienen mayor afinidad a la epidermis natural de las personas, y esto es en parte gracias a que no utiliza componentes químicos derivados del petróleo ni aditivos artificiales de ninguna clase.
Esto es así incluso en aquellos productos que por su naturaleza y función se espera que lleven este tipo de derivados petroquímicos en su composición. Las cremas solares tiene merecida fama de ser de las más agresivas con nuestra piel por esto precisamente, con la crema solar de Solartea de alta protección, este problema desaparece de raíz, siendo un gran un ejemplo de protección a las radiaciones solares eficaz sin elementos tóxicos en su composición, como suelen ser el cadmio, el mercurio, cobalto o níquel que contiene las cremas de protección solar convencionales.
Los productos que se incluyen dentro de la llamada cosmética natural regeneran, cuidan y protegen la piel con más eficacia que cualquier otro nacido en un laboratorio de elaboración de productos sintéticos, tienen un efecto más suave y menos agresivo, y como su composición es 100 % natural estimulan la capacidad propia e innata de la piel para regenerarse.
Salvo casos muy excepcionales, no produce reacciones alérgicas ni tiene efectos secundarios, siendo la cosmética más adecuada para pieles sensibles y para aquellas personas que sufren de reacciones alérgicas por hipersensibilidad a algún compuesto químico, puesto que, como venimos indicando, no llevan conservantes ni colorantes sintéticos. Además, las plantas utilizadas se han debido cultivar sin el uso de pesticidas ni herbicidas químicos.
La cosmética ecológica está sometida a unos criterios y controles muy estrictos de calidad y de seguridad, lo que la hace especialmente recomendada para pieles sensibles como la de los bebés, la crema de pañal de Caléndula es un gran ejemplo de producto natural para bebés, además, como todos estos compuestos, si en algún momento se ingiere de forma accidental, no supone ningún riesgo para la salud por intoxicación.
Cómo reconocer un producto de cosmética natural
La mejor forma de distinguir con criterio un producto de cosmética natural, y asegurarnos de que es auténtico y certificado, puede ser bien visitando la guía de marcas dedicadas a este rubro de negocio dentro de nuestra web, pero si olvidamos algún nombre, también podemos guiarnos por nuestros sentidos, vista, tacto, olfato para detectar si es o no un producto de cosmética natural auténtico.
Vista: por regla general, la cosmética natural a base de productos naturales prescinde de colores llamativos, no son de color verde, fucsia o fluorescente, que su color esté saturado puede ser debido a la incorporación de colorantes artificiales.
Olfato: las empresas de cosméticos que ofrecen esencias aromáticas de frutas, como el melón, la manzana, la fresa, la pera, la sandía… son mala señal, ya que estas frutas no contienen aceites, por lo que es imposible que se ofrezcan productos en forma de aceite esencial natural con el aroma de alguna fruta, a no ser que provengan de cítricos, como el pomelo, la naranja, la mandarina, la bergamota, el limón, etc. No hay duda a este respecto, el aroma que intentan vendernos como natural es una composición química, y por lo tanto, no puede aportar propiedades terapéuticas.
El sentido común: se deberá desconfiar de los productos que en su composición digan que llevan algún extracto natural reconstituido, lo que quiere decir que las propiedades de la planta se han sintetizado en un laboratorio, por lo que no tendrán jamás las propiedades y características beneficiosas del principio activo natural.
El precio: no te dejes engañar por el precio, los productos sintéticos son, por norma general, más económicos que el fabricado con productos naturales, ya que estos últimos no dependen de los cultivos, las temperaturas, la climatología, etcétera.
Por último, al mirar la composición del producto, conviene recordar que los cosméticos naturales deben estar compuestos, en un porcentaje superior al 90 %, por materias primas de origen vegetal o mineral, nunca animal, y por supuesto nunca deben contener sustancias dañinas para la piel ni para la salud en general.
Dónde conseguir cosméticos naturales garantizados
El público en general cada vez tiene más claro que los cosméticos naturales no son solo una alternativa a los cosméticos convencionales, sino que a medida que pasa el tiempo esta va siendo la única alternativa posible, puesto que estamos tratando con un mercado que se dedica a la salud y esta no puede ser fabricada con elementos dañinos, es en sí mismo una contradicción.
La cosmética natural aporta mayores ventajas potenciando el uso de sustancias vegetales, por lo que debemos aprender a diferenciar cuándo se trata de puro y simple argumento de marketing «verde» a cuando tenemos delante un verdadero producto natural.
La concienciación ecológica gana adeptos por día, por lo que el mercado de los cosméticos naturales no deja de crecer, sobre todo en lo que se refiere a cremas para la piel, jabones y detergentes. Los jabones son, posiblemente, el producto de higiene personal que más aceptación tiene entre los consumidores, un elemento de uso diario no puede dejarse en manos de cualquier producto con más o menos sustancias químicas, por eso el jabón negro nórdico Detox es un superventas en nuestra sección especializada de cosmética natural dentro de la tienda online de Centro Natural.
Y es que en las tiendas ecológicas, como la nuestra, es donde se agrupa una mayor variedad de cosméticos naturales y de la más alta calidad. Los cosméticos naturales deben traer la certificación de su fabricación, ya sea con aceites naturales, con extracto de té, con aloe vera… Y por supuesto, no nos cansamos de repetirlo, no deben contener colorantes ni conservantes químicos…
Entra en nuestra tienda y consulta cualquier duda en este sentido haciendo clic aquí, pregunta sin compromiso sobre nuestras líneas de productos, entre las que se incluyen las líneas corporal, facial, para hombre y mujer, de protección solar, para distintos tipos de pieles, para pieles de bebé, ya sean atópicas o sensibles, higiene bucodental, los aceites de primera calidad, champús, tratamientos capilares, maquillaje, esmalte para uñas, productos eight free (sin ocho productos químicos clave), tintes para el pelo (sin amoniaco ni resorcinol), jabones naturales y ecológicos para la ropa…
Legislación actual de la cosmética natural
Para poder elegir bien, la legislación actual no ayuda demasiado, puesto que no exige al fabricante un mínimo porcentaje para poder anunciarse como natural.
Efectivamente, las marcas comerciales no tienen ninguna obligación de señalar el porcentaje exacto de ingredientes naturales, lo que sería de gran utilidad para informar al consumidor.
Afortunadamente, existen los Sellos de Certificación Natural o Ecológica que continúan implementándose a buen ritmo en toda la Unión Europea. Debe ser obligación de la administración europea, así como de la española, definir el calificativo «natural» en productos cosméticos de modo que precise exactamente la calidad y cantidad de sus ingredientes, con lo que se eliminarán las injerencias de marcas que venden como verde y ecológico lo que no es..
El cosmético natural es más sano, más ecológico y más seguro, ¿pero es esto así, siempre?
Algunas contraindicaciones de la cosmética natural
Un buen artículo no es lo suficientemente informativo si no añade al escrito tanto lo bueno como lo malo, y aunque en este caso es muy difícil encontrar algún punto en contra del uso de la cosmética natural, debemos admitir que lo natural siempre es más sano, pero no tiene por qué ser inofensivo.
El cosmético natural no implica necesariamente que sea siempre más seguro: un pequeño porcentaje de alérgicos también pueden serlo a los ingredientes naturales y, por lo tanto, también puede provocar alergia, pero en estos casos lo único que se puede hacer es evitarlo y acudir a un especialista.
Por otra parte, otro de los puntos negativos que encontramos en la gama de la cosmética natural es la caducidad, que por regla general es bastante más limitada que en las líneas comerciales con químicos. Puesto que no llevan conservantes, al ser un ingrediente sintético, su vida suele estar limitada a cinco o seis meses, en contraposición al cosmético convencional que tiene una vida promedio de duración de un año.
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